domingo, abril 16, 2006

CARTA AL DIRECTOR BOSCO

Preocupado por cualquier parecido de las mentes Rectoras del Diario Menorca, el Coronel Flores Thies ha remitido al Director de ese pequeño órgano este bonito escrito que exhibimos aquí para dar fe de que la fama del "Menorca" trasciende a toda máquina. Que sea para bien de la sana risa española.


Barcelona 14 más 1 de Abril de 2006



He podido leer algo de lo que se ha publicado en su digno periódico sobre el 14 de Abril, aniversario de la 2ª república, y he observado que, por alguna razón que se me escapa, se habla y se escribe sobre una república inexistente, quizá sobre algo ocurrido en las Seichelles o en la isla Mauricio. Esa es la razón por la que de forma desprendida, gratuita y generosa, le voy a hablar brevemente de aquellos sucesos son, posiblemente después del regreso del felón Fernando VII, unas de las páginas más tristes de nuestra Historia desde el abuelo del Hombre de Atapuerca.

Esté atento y, si sabe escribir, tome nota.

En unas elecciones municipales en las que no se ventilaba la forma de gobierno, pese a ganar los candidatos monárquicos en proporción de 3 a 1, mediante un astuto golpe de estado, se impone el trágala de la república con bandera incluida, la del permanaganato ideada por Lerroux.. El rey sale de estampía abandonado por los suyos y... a ver qué pasa.

Los españoles aceptan el hecho consumado, una parte nada despreciable, con entusiasmo, una gran mayoría con algo de resignación y cierta esperanza, y una minoría con rechazo absoluto. Pero las cosas se aclaran enseguida al organizarse la pirotécnica fiesta de los conventos (y archivos, y obras arte, y registros de la propiedad...), cuando todavía no ha pasado un mes de la gloriosa fecha de la llegada de esa señora en porretas con gorro frigio. Y con el consentimiento del gobierno, que tenía entonces todos los resortes del poder en la mano. Antes de que salga a la luz la Constitución, aparece la Ley de Defensa de la República digna de un Castro, de un Lubumba o de cualquier otra preclara mente democrática.

El gobierno (sic) de las izquierdas es demoledor y no contenta a nadie, de forma que en 1934 ganan las derechas, momento escogido por los partidos revolucionarios (ya sabe, los de la Dictadura del Proletariado) para organizar la de Dios es Cristo dispuestos a borrar el inventillo de la señora en porretas con gorro frigio. De esta forma, los socialistas y sus aliados comunistas y anarquistas, despreciando a los inopes de los partidos republicanos, van a lo suyo, es decir, acabar con una república que ya no les servía. Queda para los astutos la denominada “Revolución de Asturias”, cuando la sublevación fue en toda España, triunfando sólo parcialmente en Cataluña, Vasconia y Asturias. Franco salva a la república dirigiendo el despliegue de unas tropas que manda un republicano y masón apellidado López Ochoa, lo que le costaría ser decapitado por los “legalmente constituidos” cuando estallara ¡por fin” la revolución apetecida.

En febrero, con pucherazo por medio (“si no ganamos estas elecciones iremos a la guerra civil”, decía, entre otros, Largo Caballero), las izquierdas se hacen con el poder y la situación llega a desastres tan insoportables, como el asesinato de Calvo Sotelo por elementos de la misma guardia de Prieto. Es como si hoy asesinaran a Rajoy elementos de la seguridad de Pérez Rubalcaba. Entonces Franco decide a unirse Mola que venía conspirando, “en serio” desde hacía un par de meses.

Y la guerra, que tanto deseaban los revolucionarios, se produce. La república dura sólo unos días, hasta el momento en que un boticario metido a ministro decide la entrega de las armas “al pueblo”. Ya no hay ley, ni ejército ni orden ni nada, ha llegado la felicidad revolucionaria y el fin de la república. Lo que queda después, es una coima repintada para hacer creer al extranjero que la república española existe. Y se produce la mayor persecución religiosa de la Historia, la destrucción más brutal de nuestro Patrimonio, el robo y saqueo más bárbaro desde los tiempos de Atila.... Y entonces, señor director, yo le pregunto: “¿qué diablos hemos de conmemorar este 14 de Abril?”. Espero que haciendo un esfuerzo mental me lo aclare.

Le recuerdo que en esa isla se produjo el milagro de respetar la vida al anciano obispo de Menorca, ya que en el resto de la zona roja no quedó un obispo vivo, incluido uno que se trajeron de Teruel y que asesinaron en la rota de Cataluña en 1939. Y también otro hecho, menos milagroso: el asesinato en La Mola de unos presos marinos, militares y paisanos cuyo martirio no se conmemora en esa isla desde hace más de 30 años. Entre los asesinado no estaba el abuelo de ZP, y sí algunos eran padres y familiares de amigos (Núñez, Carcaño, Mota... ).

En fin, mi querido director de ese periódico con olor a cirio de Iglesia, yo me ofrezco para dar en su Mahón (¿Maó? ¿Mao Zedong?) una o varias conferencias a esas JJSS, ugetistas, socialistas, separatistas... gratis, pero, eso sí, yo no voy a ser menos que Felipe el Conferenciante, con gastos de estancia y viajes pagados.

Espero una respuesta, especialmente para decirme en qué lugar he de dar la conferencia, en qué Hotel me he de alojar y dónde he de recoger mi pasaje en barco porque tengo fobia a los aviones.

Le saluda