lunes, marzo 13, 2006

VADEMÉCUM PARA ANDAR POR ESPANYA

Uno de los Gurús ("gurúes" bien escrito) de la reducción de España a cosa quebrada o, como se diría en "Quebrados" a 1/3 ó 1/4, por lo menos. Observen su gesto de codiciosa ira. Eso dice más que sus palabras nebulosas.



CATECISMO ESTATUTARIO
Por Ignacio Camacho, en ABC

—A ver, dime, niño, ¿qué cosa es España?
—España es una nación de naciones.
—Muy bien. ¿Y cuántas naciones hay en España?
—Tres, y un Estado, por ahora.
—Dilas.
—Cataluña, el País Vasco, Galicia y el Estado español.
—¿Por qué son naciones Cataluña, el País Vasco y Galicia?
—Porque tienen hechos diferenciales, lengua propia y derechos históricos, que habrán de ser reconocidos en sus respectivos Estatutos.
—Y Andalucía ¿es una nación?
—No, padre, aunque podría serlo si sus dirigentes políticos tuvieran coraje para así declararlo.
—Primero, no me llames padre, sino Progenitor A, y segundo, limítate a contestar lo que se te pregunta. ¿Es Andalucía una nación?
—No, porque no tiene hecho diferencial ni lengua propia, ni derechos históricos.
—¿Y Valencia, es una nación?
—Tampoco, salvo que en el futuro se integre en la nación catalana.
—¿Qué otros derechos tienen las naciones históricas?
—Tienen derecho a establecer relaciones bilaterales con el Estado, y a que sus Estatutos les reconozcan la condición nacional y el uso de sus símbolos nacionales. También tienen derecho a definir su carta de derechos y deberes ciudadanos, a mantener representantes propios en los órganos del Estado, a instituciones fiscales y de justicia propias y a declarar su lengua propia de uso preferente, exclusivo en la administración y en la enseñanza.
—¿Puede Extremadura tener un representante en el Consejo del Poder Judicial?
—No, porque no es una nación.
—¿Puede Castilla-La Mancha disponer de órganos judiciales propios?
—No, porque no es una nación.
—¿Puede La Rioja definir una carta de derechos y deberes ciudadanos?
—No, porque no es una nación.
—¿Puede Andalucía tener un representante en el Banco de España?
—No, porque no es una nación.
—¿Puede Cataluña decidir dónde y en qué debe invertir el Estado en su territorio?
—Sí, porque es una nación.
—¿Y tiene derecho a decidir dónde y en qué invierte el Estado en otros territorios y comunidades?
—Tiene derecho a ser escuchada a través de sus representantes en los órganos del Estado, porque es una nación.
—Muy bien, niño. Puedes sentarte.
—Hay una cosa que no entiendo, padre.
—¡Que no me llames padre! ¿Y qué cosa no entiendes?
—¿A qué tienen derecho los españoles que no viven en ninguna de las tres naciones históricas?
—Esto... Se acabó la clase. ¡Al recreo!

El señor Camacho es un hombre educado y no lo quiere decir más que en parábola muy bien escrita. Este rector es también un hombre educado, pero con puntas y entiende el momento crepuscular que dibuja Ignacio Camacho. Precisamente a la luz del crepúsculo vespertino el rector descubre que ni una sola vez se menciona la palabra Patria en el catecismo anterior. Y es natural, en tanto que Patria es siempre anterior a Nación, o sea, preexistente, y razón necesaria para la existencia de una nación.

Los separatistas desorejados (con perdón, pero es que oyen poco a los vivos y mucho a los fantasmas) no hablan de Patria. Los socialistas, tampoco. Los liberales sólo salvo error u omisión. La única que lo dice, casi como rezando, es la constitución que está abolida de facto y quizá lo estuvo desde el momento de su proclamación. Pero está claro el asunto: si no hay Patria, no hay nación, o sea, Nació. Entonces, este magnífico catecismo quedaría así, o asín. Según:

-A ver, niño: ¿Qué cosa es la Patria?
-¿Eh?

O sea, el maestro, profesor o cátedro que haya explicado a los chicos lo que significa "Patria" en estos últimos veinte años, que levante la mano. Porque aquí no se cargan una Nación, o sea, aquella en que se constituye España, sino una Patria. Y desde los que idearon el inicio del tumulto, pasando por los Padres Constituyentes hasta llegar a los actuales locuelos rascatripas con cantinela a piñón fijo, todos, son responsables del "ahora mismo" y tienen grandísimas culpas que confesar y que purgar. Bien purgados. Al menos.

El Rector 007