miércoles, febrero 15, 2006

MAHÓ SE NOS HA PERDIDO

Escudo de oro de Mahón, escondido por los moros en una antigua Atalaya.



Mahón, antaño conocido como Plaza Fuerte y, más, por su Penitenciaría Militar, es uno de los casos mas divertidos de subrealismo catalanista. Por alguna razón del todo desconocida –posiblemente la altanería- la invasión barcelonesa no resiste el nombre de Mahón, desde donde partió la expedición catalana, a las órdenes de la Generalidad del benéfico Companys, a la conquista de Mallorca, haciendo, de paso, una razzia mortífera sobre Ibiza.

Otros dicen que Mahón no está escrito con arreglo a la vera ortografía catalana, sintetizada en 1912, y que es del todo urgente desasnar el nombre y dejarlo sólo en Maó. La Iglesia Menorquina –no sabemos si universal- es la abanderada de este movimiento ortográfico y los clérigos han puesto las aulas de la cosa en sus púlpitos.

Se destaca aquí una nota muy exacta del director de un Museo en Menorca, donde refleja la actualidad de la quinta columna invasora. Usted decidirá de por qué el empeño que se menciona:

Mahó
¿Por qué este empeño en hacerlo desaparecer?
Por F. Fornals

Nuestra ciudad que durante siglos se ha conocido por Mahón, y en nuestro entrañable menorquín por Mahó, como figura en los escudos municipales, se enfrenta ahora con una marea de intentos de borrarlo del mapa para sustituirlo por otro, al que se le quiere dar carácter oficial, basándose exclusivamente en razones lingüísticas del catalán standard, y en razones de normalización gramatical.

Creemos que no se debe aceptar que un topónimo secular desaparezca, únicamente por razones gramaticales, hay otras razones, en especial las históricas, que deben considerarse antes de cometer tamaño error. En nuestro caso, las razones históricas tienen una vigencia de ocho siglos, las heráldicas, algo más modernas, pero de idéntico nivel, también se suman.

No vemos tampoco por qué el menorquín, variante del catalán, no se respeta, ignorando lo que dice la resolución 47/135 de 18 de diciembre de 1992, de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas: "Los Estados deben proteger la existencia y la identidad de las minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas dentro de los territorios respectivos".

Queremos subrayar que antes de que oficialmente se hubiera aprobado la nueva forma del topónimo, se han encabezado escritos oficiales e indicativos de carreteras, así como titulares en periódicos, revistas, y también los centros docentes lo han empleado, simplemente porque la ortografía consideraba incorrecta la forma tradicional, ignorando que otras razones podían aconsejar mantener la forma tradicional del topónimo, al menos mientras no se aprobara la nueva forma.

Esta actitud podría tacharse de premeditada, para conseguir que la juventud se fuera habituando a la nueva forma del topónimo, y que de manera subliminal incluso; los mahoneses que no aceptaran la desaparición de Mahó se vieran influidos solapadamente por la nueva forma, aunque no estuviese aprobado el nuevo topónimo.

Como sabemos, la decisión del caso está en el Consell Insular de Menorca, que tiene transferidas esas competencias, y está a la espera de los cuatro informes previos de: la Real Academia de la Historia, el Servicio Geográfico Español, la UIB y el IME. Parece ser que ya han llegado al Consell Insular, estos informes, por lo que la resolución no puede tardar. Esperemos que el Consell sea más ecuánime que el Ayuntamiento.