viernes, agosto 11, 2006

GLORIOSO SAN LORENZO

Photobucket - Video and Image Hosting
Cualquier sistema político ha de estar basado en lo elemental o común del hombre, o sea, no puede ser ni complicado, ni elevado ni abstracto. Con eso en la parte útil de la cabeza, el alcalde Morlá, de Alayor, ha dado a luz el programa de las fiestas de San Lorenzo donde "San Lorenzo" no se usa como nombre de un santo sino como nombre de una fiesta. La diferencia no se nota demasiado pero es importante: se festeja la fiesta y no al patrón, lo que entra del todo en los presupuestos de la viejísima Escuela Laica de Alayor, tan reverenciada que debió de ser algo poderoso que lavó los cerebros de las generaciones siguientes.

El programa de la fiesta esta vez -2006- no contiene un trabajo literario sino uno por el que el municipio ha pagado sus buenos cuartos. ¿A quién? A un hombre de "derecha", más o menos paniaguado del PP que, sin embargo, sabe dejar contentos a los clientes y más a los que tienen una psicología plana como es el caso de la cúpula del psoe de Alayor: se les dan unos tópicos escogidos y aflojan la mosca con facilidad, dentro de la innecesaria comunidad de los pueblos y de esa filosofía del socialismo por la que, según una ministra, los dineros pùblicos no son de nadie. Crecen en los árboles.

O sea, las fiestas de San Lorenzo consideradas como manifestación

republicana, con su canto al progreso y su palito a Franco, todo muestra de una originalidad intelectual que asombra. Para que no se dude de la capacidad comercial del autor ( Limón llamado) se copia, traducido del catalán obligatorio para hablar de política, un trozo del principio, destinado a enfervorizar al rojerío de pago y espantar curitas:

"Tres cuartos de siglo -digo- se han cumplido desde la proclamación de la enfervorecida Segunda República Española. El estigma que pesa sobre ella desde el golpe de estado del general Franco y la consiguiente implantación de una interminable dictadura (la más larga de la historia contemporánea desde las cortes de Cádiz) convirtieron el episodio republicano en un período maldecido, insultado y minimizado, hasta el absurdo de haberle endosado los males nacionales imaginables -naturales y sobrenaturales incluidos. Durante años y años, en relación al concepto de república, el franquismo había supurado un desdén, entre el pecado y el delito penal, para los que osaban, nada más, mencionarla. Las cuatro décadas del régimen autoritario del rebelde Francisco Franco se encargaron, con más estrategia diabólica que con garantías historiográficas, de vilipendiarla".

Buenos y malos, como está ordenado.

Y así sigue, porque el que paga manda, hasta que todos se convencen de que la República es inocente de cuanto hayan oído decir de ella. Franco, no. La República fue benéfica, como todos saben y si hubo algo, sin duda que se debió a una confusión. Cosas de críos con juguete nuevo.

Gracias a los dineros públicos, que no son de nadie y crecen en los árboles, ya tenemos un San Lorenzo Republicano, bien bonito, para demostrar que no hay nada como el sectarismo tópico y la reconstrucción de la historia con fines económicos.

O sea, nos congratulamos con el ayuntamiento socialista de Alayor que, fiel al contrastado método de los social-comunismos, atribuye su barbarie a quienes pararon aquella danza de la muerte y del pillaje. Como siempre, sólo se convence a los convencidos, aunque uno se esmere y consiga dar la imagen de un franquismo que supuraba desdén.

Bien cierto es que hoy el socialismo sólo es una forma de decir al revés lo que ya se sabe. Y de amenazar con otra pasadita por la república para que a nadie le de por decir verdades molestas.

EL RECTOR GARFIO